La enésima lesión en el trainning camp que le dejó fuera en la fase clave de la preparación de la temporada. Sus ausencias de todos y cada uno de los entrenamientos voluntarios que sus compañeros organizaron en verano. La llegada de una estrella en su mismo puesto que debía ser titular indiscutible. Ser superado por un rookie en la rotación.
Factores todos ellos que hicieron que, tras haber encadenado tres temporadas nefastas, los fans de los Golden State Warriors perdieran cualquier tipo de fe en una posible recuperación de Andris Biedrins.
Sin embargo, ha sido precisamente cuando todos habíamos perdido la esperanza cuando ha aparecido la luz que, a lo lejos, podría ser el final del túnel: Andris Biedrins vuelve a disfrutar cuando pisa una cancha de baloncesto.
Sus números no son ni mucho menos buenos para lo que él mismo nos acostumbró tres temporadas atrás. Sigue por detrás de un center rookie en la rotación. Sigue negándose a mirar aro en ataque. Entonces, ¿qué ha cambiado?
Pese a seguir siendo un jugador serio en la pista, su expresión de hombre derrotado ha desaparecido. La intensidad y las ganas han sustituido a su actitud cohibida: y el pulpo agarra-rebotes ha vuelto a la zona de los Warriors.
Lo que hace que podamos empezar a mirar a Biedrins con otros ojos es la energía con la que sale ahora a la pista, energía que había perdido totalmente pero que parece haber recuperado y que era un factor clave en su juego, que le llevó a promediar un amplio doble-doble y a ser considerado uno de los mejores centers de la competición.
Paso a paso
Mucha culpa de que nuestro letón haya reencontrado su lugar y en el equipo la tiene Mark Jackson.
Tras el fracaso de su táctica del año pasado, que fue confiar en Biedrins como la antigua máquina de dobles-dobles que era, Jackson ha probado una nueva estrategia este año: poner a Biedrins solo en situaciones en las que tenga una ventaja para ser efectivo.
De esta forma y muy poco a poco, a fuerza de sacarlo en momentos en los que no corría peligro de que su rival le pasara por encima, Biedrins ha recuperado la confianza, hasta el punto de que, con Bogut lesionado, vuelve a ser el mejor center del equipo.
Ezeli sigue siendo el center titular, pero ya no es raro que el letón juegue tantos o más minutos que él siendo su suplente. Está bajando muchos rebotes y su defensa está recordando a la de sus mejores tiempos, siendo muy rápido de pies en el 1vs1 y activo en las ayudas. Su primer cuarto contra los Clippers dan buena prueba de ello.
¿Punto de inflexión?
Así reaccionó la grada del Oracle cuando Biedrins encestó sus dos tiros libres en el partido contra Denver que acabamos perdiendo tras dos prórrogas.
La afición de los Warriors, siempre fiel pero también dura con los jugadores que no cree profesionales, perdonó al letón sus anteriores temporadas y le dedicó esta explosión de júbilo, sabiendo que los tiros libres han sido su punto más débil, convirtiéndose casi en una tortura para él.
No hay duda de que aún le queda camino que recorrer, ¿pero podría ser esta temporada, por fin, la del regreso de Andris Biedrins?