A pesar de contar sólo con 25 años, Andris Biedrins se dispone a comenzar su octava temporada en la NBA. En este largo recorrido el letón ha podido personificar muchos de los estereotipos que se usan con los europeos de la liga; desde el pívot delgado y blanquito que nunca podría ganar su posición en la zona, pasando por el esforzado y trabajador jugador de rol que se gana su sitio a base de sacrificio, hasta llegar al de jugador sobrepagado con no demasiadas ganas de involucrarse con su equipo.
¿Podrá protagonizar ahora uno de los renacimientos que tanto gustan a la sociedad norteamericana?
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